Investigadores descubren que el CBD y el CBG ayudan a reducir la picazón y la inflamación sin efectos secundarios
Una solución natural para una afección cutánea común
El eccema —también conocido como dermatitis atópica— afecta a millones de personas en todo el mundo. Caracterizado por piel seca, irritada e inflamada, esta afección puede tener un impacto significativo en la vida diaria. Durante años, las cremas con esteroides han sido el tratamiento más habitual, pero su uso prolongado puede causar efectos no deseados, como el adelgazamiento de la piel.
Ahora, una nueva investigación sugiere que el alivio podría provenir de una fuente más natural: el cannabis.
¿Qué reveló el estudio?
Un equipo de científicos de la Universidad de Nápoles Federico II, en Italia, llevó a cabo un ensayo clínico de cuatro semanas para evaluar los efectos de una pomada a base de cannabis en pacientes con eccema leve a moderado. La fórmula tópica combinaba CBD (cannabidiol) y CBG (cannabigerol), dos compuestos no psicoactivos extraídos de la planta de cannabis.
Cincuenta voluntarios adultos aplicaron la pomada dos veces al día. Al finalizar el estudio, los participantes informaron mejoras significativas en los síntomas clave, entre ellos:
- Menos picazón e irritación
- Reducción del engrosamiento de la piel
- Mejora de la hidratación cutánea general
Lo más importante es que no se reportaron efectos adversos, lo que convierte a este tratamiento en una alternativa atractiva a las cremas con esteroides tradicionales.
Cómo funciona: la ciencia detrás de la crema
Tanto el CBD como el CBG interactúan con el sistema endocannabinoide, una red de receptores presente en todo el cuerpo humano —incluida la piel—. Este sistema cumple un papel clave en la regulación de la inflamación, las respuestas inmunitarias y el equilibrio celular.
El CBD ya es conocido por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. El CBG, aunque menos investigado, muestra un potencial creciente en el campo de la dermatología. Combinados, estos dos cannabinoides parecen calmar la piel irritada, reducir las reacciones inmunitarias y promover la cicatrización.
Según los autores del estudio, estos efectos podrían abrir el camino hacia terapias no esteroides a base de cannabis para afecciones inflamatorias crónicas de la piel —no solo eccema, sino también psoriasis y rosácea.
Lo que esto significa para la cosmética y la medicina
El cannabis ha recorrido un largo camino desde su pasado controvertido. A medida que la legalización avanza y el estigma disminuye, los investigadores están descubriendo una amplia gama de beneficios médicos en los cannabinoides, especialmente en los no psicoactivos como el CBD y el CBG.
En el mundo del cuidado de la piel, los ingredientes derivados del cannabis ya son tendencia. Pero este estudio aporta una base científica sólida al fenómeno, demostrando que los cannabinoides tópicos no son solo una moda: podrían convertirse en una solución terapéutica real.
Aun así, los investigadores advierten que se necesitan estudios a mayor escala antes de que estos productos puedan ser recomendados de forma generalizada por dermatólogos.
Un paso hacia un cuidado personalizado y basado en plantas
Para los pacientes que buscan alternativas a las cremas sintéticas, esta nueva investigación representa esperanza. Un tratamiento natural, bien tolerado y eficaz para el eccema podría estar pronto al alcance —especialmente para quienes no han respondido bien a las terapias tradicionales—.
A medida que la ciencia sigue explorando la compleja química del cannabis, puede que estemos apenas comenzando a entender el verdadero potencial de esta antigua planta en la medicina moderna.
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